Una de las habilidades fundamentales a desarrollar en nuestros hijos e hijas es el pensamiento crítico, y nosotros como padres, madres y apoderados(as) podemos brindarles oportunidades para desarrollarlo. La capacidad de pensar de una manera crítica es una herramienta valiosa que los y las ayudará a tomar decisiones informadas, es vital para formar nuestra propia opinión, juicio, ideas y desarrollar nuestros argumentos para afrontar los desafíos que se les presentarán en la vida.
Algunas estrategias sencillas para fomentar el pensamiento crítico son las siguientes:
- Hacer preguntas abiertas: Cuando sus hijos(as) les hagan preguntas, en vez de entregarles inmediatamente la respuesta, contéstenles con otra pregunta: ¿Qué crees tú? ¿Qué crees que pasaría? ¿Qué crees que significa? Aunque no estén en lo correcto, sigue haciéndoles preguntas para desarrollar su pensamiento, como: Eso es interesante, ¿qué te hace pensarlo? ¿Dónde podríamos buscar más información? Otro ejemplo, es que antes de leer un cuento o un libro, hagánles preguntas acerca de lo que creen que puede tratar de acuerdo a conceptos como el título o las imágenes, fomentando así la inferencia.
- Tomar decisiones: Brinden a sus hijos(as) la oportunidad de tomar decisiones, aunque sean sencillas, para que aprendan a evaluar opciones y asumir la responsabilidad de sus elecciones. Por ejemplo, la selección de su ropa, asignación de tareas domésticas, actividades extracurriculares o talleres, decisiones de ahorro, preferencias de libros o películas, entre otras. Lo importante es guiarlos(as), apoyarlos(as) y fomentar la reflexión sobre las decisiones que toman y sus consecuencias.
- Aprender de la experiencia: Inviten a sus hijos(as) a reflexionar sobre sus propias experiencias, ya sean positivas o negativas, para aprender de los éxitos y fracasos. Pregunten qué podrían haber hecho de manera diferente. Muéstrenles cómo ustedes también han aprendido de su experiencia y compártanles algunos errores y cómo los afrontaron. Esto enseña que aprender es un proceso natural.
- Leer y discutir: Lean juntos y promuevan la discusión en familia. Pueden ser diferentes tipos de textos, como noticias, artículos, entre otros, donde además de brindar la oportunidad de aprender, pueden abrir espacios de conversación y escuchar opiniones y puntos de vista. Fomenten el respeto.
- Proporcionar instancias de juego: Busquen juegos que requieran el desarrollo del pensamiento crítico, por ejemplo, que involucre resolución de problemas o estrategia. No solo desarrolla habilidades de pensamiento, sino que también son una forma entretenida de pasar un tiempo en familia.
- Se puede jugar en familia resolviendo acertijos y adivinanzas. Algunas páginas web donde pueden sacar ideas son las siguientes:
- Juegos de palabras encadenadas: Un integrante comienza diciendo una palabra y los demás tienen que ir agregando otra relacionada. El objetivo es ver cuántas palabras pueden encadenar sin repetir ninguna.
- Historia colectiva: En familia, un integrante comienza a contar una historia y los siguientes deben continuarla añadiendo una parte. Esto estimula la creatividad, el pensamiento y la capacidad de adaptarse a las decisiones de los demás.
- Juego de memoria: Hacer tarjetas con nombres o dibujos de objetos. Dejarlos un rato para que todos los participantes los miren por un tiempo establecido. Luego se dan vuelta y deben escribir o dibujar todos los que se acuerden. Gana quien recuerda más palabras.
- Construcción creativa: Utilizar materiales reciclables para construir algún recurso que tenga una utilidad, la cual puede ser incluso decorativa.